LAS PERSONAS CIEGAS Y EL USO DEL BASTÓN
EL ÁREA DE DISCAPACIDAD VISUAL TE INVITA A CONOCER EL SIGUIENTE ARTÍCULO INFORMATIVO:
Para
la mayoría de la gente, incluso para muchos profesionales, el bastón blanco es
un instrumento con el cual las personas ciegas se identifican y que les sirve
para detectar obstáculos. Lo que se ignora es que el bastón se utiliza con una
técnica determinada, que debe ser adecuado a la altura de la persona, que hay
diferentes modelos y que no sólo lo utilizan las personas totalmente ciegas. El
objetivo de este artículo constituye entonces, el posibilitar un acercamiento
al tema para los que lo desconocen a la vez que realizar alguna reflexión y
aporte sobre la cuestión para los profesionales del área.
Un
poco de historia
Es
recién luego de la segunda guerra mundial que surgen las técnicas de
orientación y movilidad. En un hospital
de Estados Unidos en donde se llevaba a
cabo un programa de rehabilitación para veteranos ciegos, el entonces sargento
Richard Hoover (quien se desempeñaba como Director de Rehabilitación Física,
Orientación y Recreación) observa que los ciegos se movían con pesados y cortos
bastones que les servían como apoyo pero que les prestaban escasos servicios a
la hora de anticipar obstáculos. Idea entonces un bastón largo, liviano, y la
técnica de uso que hoy lleva su nombre y que le permitió a los ciegos del mundo
desplazarse en forma autónoma y segura.
Con
anterioridad a este evento las personas sin vista se movilizaban con perros o
varas aunque lo que ocurría en general es que no se desplazasen sin una persona
que oficiase de lazarillo. Es por ello que el Club de Leones de Toronto,
Canadá, instituye el día 15 de octubre como el día del Bastón Blanco, emblema
de la posibilidad de independencia de la persona ciega.
En
nuestro país es en 1972 que se dictan los primeros cursos en Córdoba a cargo de
la American Foundation for the Blinds.
El
bastón
Lo
conocemos como bastón largo, o de Hoover, o de movilidad. Generalmente se
fabrica con tubos de alumnio hueco recubierto con material plástico. En el
extremo inferior tiene una puntera metálica recambiable y en el superior una
empuñadura que idealmente debe ser de goma para facilitar la toma. Puede ser rígido o plegable. Este último
modelo trae en su interior un elástico grueso que posibilita su plegado
generalmente en cuatro tramos. Con respecto a las ventajas y desventajas de uno y otro modelo podemos
decir que el rígido es más durable y transmite mejor las sensaciones táctiles
mientras que el plegable se destaca por su portabilidad siendo ideal para quien
no necesita usarlo de forma permanente (por ejemplo quien posee ceguera
nocturna).
En
cuanto a la medida, debe llegar hasta la apófisis xifoides del esternón, siendo
las medidas más comunes 1.05; 1.10; 1.15 y 1.20 metros. Es muy importante
respetar la altura apropiada para cada persona ya que un bastón muy corto no
permitirá anticipar lo suficiente los obstáculos u obligará a posturas
incorrectas con el consiguiente perjuicio físico mientras que un bastón muy
largo resultará incómodo y tampoco permitirá la toma correcta.
La
técnica de uso
El
entrenamiento en el uso del bastón largo debe ser progresivo, continuado y lo
suficientemente prolongado como para cerciorarnos de que la persona lo utiliza
en forma adecuada y segura. Existen técnicas pre-bastón que deben enseñarse
previamente (como la de rastreo o la del brazo cruzando el cuerpo) pero no nos
extenderemos en ellas por no ser objetivo del presente trabajo. Las técnicas
con bastón son básicamente dos:
·
Técnica diagonal.
·
Técnica rítmica
Técnica
diagonal
Es
la que se utiliza para deambular en interiores desconocidos. Consiste en
colocar el bastón en forma diagonal, delante del cuerpo a modo de parachoques y
no de explorador. Se toma colocando la parte interna de la muñeca hacia abajo,
con el dedo índice extendido y colocando el bastón a unos 30º del cuerpo de
manera que la punta quede (sin tocar el suelo) delante del pie del lado
contrario al que sostiene el bastón. Es la técnica que se usa por ejemplo para
circular en un shopping, en un edificio público, en un hospital.
Técnica
rítmica
Es
la que le permitirá a la persona desplazarse en forma segura e independiente en
exteriores conocidos y desconocidos. Consiste en mover en forma rítmica el
bastón delante del cuerpo mientras se camina, con el fin de detectar obstáculos
en el suelo.
Para
ello es importante que:
· La toma se efectúe de forma
correcta, es decir con la muñeca apoyada en el centro del cuerpo, el dedo
índice en extensión (a fin de posibilitar una buena percepción táctil e
imprimirle direccionalidad al movimiento), ubicando el bastón extendido hacia
delante de modo que la punta quede delante del pie que comenzará la marcha.
· La posición del brazo sea la
adecuada, es decir que esté con el hombro relajado en posición primaria (sin
que se extienda hacia delante ni hacia atrás, ni esté elevado ni caído), el
brazo al costado y el antebrazo apoyado delante del cuerpo formando un ángulo
de 90º con respecto al brazo de forma de posibilitar la correcta toma.
· El movimiento de la muñeca se
realice en forma recta de derecha a izquierda evitando movimientos circulares
que imprimirían al bastón una dirección incorrecta.
· El arco sea el adecuado, es decir
levemente más ancho que el ancho del cuerpo de modo que al moverse el bastón
anticipe en forma efectiva el sitio en que la persona va a pisar. El bastón
debe tocar el suelo en los extremos derecho e izquierdo del arco levantándose
levemente del piso (en el caso de la técnica de dos puntos) o deslizándose (en
el caso de la técnica de contacto constante).
· El ritmo se realice de modo que el
bastón toque el suelo del lado derecho mientras que el pie izquierdo se
adelanta y viceversa.
Sólo
si se tienen en cuenta todos estos aspectos a la hora de enseñar la técnica, la
marcha será cómoda y segura. Es importante corregir errores de entrada ya que
si se automatiza el movimiento de forma incorrecta provocará vicios posturales
que repercutirán negativamente en la salud física de la persona y en su
deambular. Ahora bien, en las personas adultas, suele ocurrir que cuando se
inicia la enseñanza de la técnica rítmica se evidencien problemas que quizás
hayan paso desapercibidos anteriormente como por ejemplo, imposibilidad de
caminar en línea recta, falta de equilibrio, giros incorrectos, etc.
Es
importante investigar si son la lógica y pasajera consecuencia de la falta de
visión, en cuyo caso revertirán con simples ejercicios o si se trata de problemas
neurológicos en donde se deberá hacer las condultas médicas correspondientes
siendo la intervención de un kinesiólogo o psicomotricista de mucha ayuda.
La
indicación de uso del bastón
En
el caso de ceguera congénita hay distinata teorías acerca de cual es el momento
más apropiado para introducir la enseñanza de la técnica de Hoover. Algunos
autores indican la edad preescolar como la más adecuada mientras que otros
desaconsejan su uso hasta una edad comprendida entre los diez y los doce años. Personalmente
concuerdo con esta última postura lo cual no impide que se presente al niño
previamente este auxiliar de ayuda a la movilidad, en forma de juego y sin
exigencia de ningún tipo.[1]
En
cuanto a la persona con ceguera adquirida el momento de indicar el bastón
variará con cada individuo dependiendo del grado de aceptación de su
discapacidad. Quizás sea el tomar el bastón el momento de mayor significación
real y simbólica de la nueva situación de no ver.
Es
de vital importancia el respetar los tiempos individuales. Es el instructor
quien deberá estar alerta al momento adecuado ya que de él dependerá en gran
parte que el bastón sea vivenciado como símbolo de lástima o posibilidad de
autonomía. Es deber del instructor velar por el desplazamiento seguro y
autónomo de cada persona ciega no otorgando jamás un alta sin estar seguro de
que este objetivo se haya cumplido, pero es potestad de cada individuo ciego la
decisión sobre cual será su forma de movilizarse.
Ahora
bien, hay casos en los que se desaconseja el uso del bastón como por ejemplo
personas cuyos multiimpedimentos le impidan el uso correcto (debilidad mental
severa, marcha inestable, demencia senil). También hay personas que lo
necesitan sin ser ciegas, como por ejemplo quienes sufren de hemianopsias
inferiores o quienes no lo necesitan en forma permanente, como por ejemplo
quienes tienen funcionamiento visual inestable.
Bibliografía
consultada:
Alfie,
Alicia; Apuntes de Cátedra, Instituto Nacional Superior del Profesorado
en Educación Especial, 1986.
Cebrián
de Miguel, María Dolores y Cantalejo Cano, Juan José; Glosario de Términos sobre Rehabilitación
Básica de las Personas Ciegas y Deficientes Visuales, Revista "Entre
dos mundos", Madrid, 1997.
Mon,
Fabiana; Programa de Entrenamiento en Orientación y Movilidad, Centro de
Habilitación y Capacitación Laboral para Adultos Ciegos y Disminuidos Visuales,
San Fernando, 1989.
[1] El no enseñar la técnica de Hoover hasta la edad de la
preadolescencia no significa que no sea necesaria una previa instrucción en
orientación y movilidad. Es muy importante observar como se moviliza el niño
desde pequeño a fin de subsanar inconvenientes y prevenir complicaciones.
Muchas veces el poner el acento sólo en lo escolar hace que no se observe al
niño, por ejemplo, en los recreos, en sus desplazamientos con guía, etc.
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