EL NIÑO CON DISCAPACIDAD VISUAL
Para alcanzar la justicia y equidad educativas es necesario que los maestros de educación básica cuenten con los recursos de actualización y apoyos necesarios para asegurar la mejor atención de los niños y jóvenes que requieren de educación especial; incluido el conocimiento general de la discapacidad, su impacto en el desarrollo y en el aprendizaje de las personas que la presentan, así como las estrategias que pueden ponerse en marcha para atender sus necesidades, principalmente las educativas.
Generalmente, los alumnos con discapacidad visual requieren de apoyos personales específicos: técnicos, materiales, o de otro tipo, como los siguientes: bastón, máquina Perkins, ábaco Crammer, regleta, punzón, caja aritmética, computadora adaptada, calculadora parlante, lupa, macro-tipos, entre otros; así como de señalización y enseñanza del sistema braille. Es fundamental que los alumnos con discapacidad cuenten con los apoyos personales que requieren para que puedan acceder a los propósitos educativos.
La educación de un niño con discapacidad en el
aula regular es probablemente una de las experiencias más complejas y
desafiantes que puede experimentar un maestro; las necesidades educativas de
estos alumnos deberían vivirse como un desafío cotidiano más que como un
obstáculo, responder a ellas impone revisar las estrategias de intervención
pedagógicas que empleamos cotidianamente para mejorarlas día a día en el aula.
La relación que el maestro debe establecer con ese alumno le demanda poner a
prueba nuevos recursos creativos para responder interrogantes como éstas: ¿cómo
ayudar a este niño?, ¿qué medios emplear para facilitar el desarrollo de sus
potencialidades?, ¿cómo reconocer y encontrar soluciones de la movilidad en el
aula? entre otras.
Los
niños tienen la necesidad de aprender mediante la experiencia práctica y directa;
cuando participan en un juego, además de divertirse, su interés y su motivación
crean una fabulosa oportunidad de aprendizaje.
Mediante
el juego y el uso de material diversificado se favorece el desarrollo de los
niños en todas las áreas: intelectual, social, emocional y física. (Manual de juegos y actividades para preescolar.
Jean R. Feldman. Ed. Trillas)
Las
imágenes mentales son como una huella que deja la percepción de los objetos por
medio del tacto, olfato, gusto y sonido; y para que una persona ciega tenga una
imagen completa es necesario que al percibir un objeto lo conozca a través de
los sentidos restantes, siempre y cuando no presente un riesgo.
Nociones que
favorecen el aprendizaje de la lectura y escritura Braille:
1)
Desarrollo
senso-perceptivo
2)
Conocimiento,
manejo del esquema corporal y definición de lateralidad.
3)
Conocimiento de las
nociones temporo-espaciales.
4)
Capacidad de atención
y resistencia a la fatiga.
Actividades:
ü Discriminación
y reconocimiento de objetos de uso común.
ü Trabajar
con formas geométricas, simétricas y asimétricas: manipular y agrupar.
ü Juegos
en tabla con pijas.
ü Puntear
sobre una hoja sin respetar límites primero y después siguiendo un orden dado.
ü Actividades
con enhebrados.
ü Entre
varios objetos seleccionar uno igual a un modelo dado.
ü Ejecutar
ejercicios de lateralidad teniendo como referencia el propio cuerpo. Ejemplo: Con
la mano derecha me toco la oreja y levanto la cabeza; levanto la mano
izquierda, coloco la derecha en la cintura y levanto el pie izquierdo,
colocarse delante y detrás del compañero, etc.
ü Marchar
con desplazamiento a derecha e izquierda.
ü Dividir
la hoja en dos partes (derecha-izquierda), marcando un doblez o bien pegando una
tira de papel o estambre. Pegar diferentes objetos a la derecha o a la
izquierda de la hoja.
ü Dividir
la hoja en cuatro partes y ubicar por ejemplo: arriba a la derecha un círculo,
abajo a la izquierda un triángulo, etc.
ü Discriminar
semejanzas y diferencias en líneas en relieve.
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